El área de trabajo está ubicada en la región de la cordillera oriental de los andes al Noreste de Colombia, esta área es mejor conocida como el Macizo de Santander, su basamento está conformado por un complejo de rocas metamórficas Precámbricas y Paleozoicas y por rocas sedimentarias, Mesozoicas, Cenozoicas y Cuaternarias (Ward et al., 1973; Evans, 1977; Mendoza et al., 1979; Royero y Clavijo, 2001). Se encuentra al Noreste del codo, donde la cordillera cambia de rumbo de Noreste (NE) a Noroeste (NO) y en un plexo sinusoidal en el que la cordillera se bifurca en el arco de dirección norte de la Serranía de Perija que forma la frontera entre Colombia y Venezuela.

 

El Macizo de Santander es un bloque estructuralmente levantado, limitado al oeste por la falla de Bucaramanga – Santa Marta y al este por el sistema de fallas de Labateca – Chucarima, que expone ampliamente el basamento andino viejo y está limitado hacia sus cuencas de antepaís por fallas inversas mayores. Las fallas más internas, aunque con buzamientos fuertes pueden clasificarse como fallas normales que hundieron la cobertera sedimentaria a lo largo de semi – grábenes y que la parte sur del Macizo de Santander es dominada por dos altos que se distinguen por tener dirección N-S, el levantamiento de Málaga y el Alto de Vetas (Kammer en 1993). (Fig 1).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las rocas más antiguas del Macizo de Santander, están representadas por formaciones metamórficas que han sido divididas en tres unidades que de abajo hacia arriba son Neis de Bucaramanga, Esquistos de Silgará y Ortoneis.

 

Neis de Bucaramanga, de edad Precámbrico, (Restrepo et al., 1997; Cordani et al., 2005), el cual alcanzó condiciones metamórficas de la facies anfibolita durante la orogenia Grenviliana. Este se compone principalmente de gneises pelíticos, cuarzo-feldespáticos y máficos; anfibolitas y migmatitas (García, 2006). Está en contacto con esquistos de bajo y medio grado de metamorfismo (Fm. Silgará), aunque este contacto no está bien definido, parece seguir la isógrada de la silimanita (Restrepo – Pace et al. 1997).

 

Esquistos del Silgara, considerada de edad Precámbrica en cuento a su protolito, pero de edad Ordovícica en cuanto al metamorfismo, la cual debió alcanzar condiciones de las facies esquistos verdes o facies anfibolita baja, según sectores concretos (Ward et al., 1973; García y Ríos, 1999; Castellanos et al., 2004). Tiende a ser  cuarcítica incluyendo pizarras, filitas y esquistos de afinidad calcárea y pelítica con estratificación delgada (Ward et al. 1973).

 

Ortoneis, considerada de edad Devónico Inferior a Ordovícico, el cual intruye a la Formación Silgará y tiene una composición granítica a tonalita y diorita (Ward et al., 1973; Restrepo, 1995; Royero y Clavijo, 2001.

 

Estas rocas metamórficas se encuentran  supra- yacidas por rocas sedimentarias de edad Paleozoico Superior, tales como la Formación Floresta y Formaciones Diamante. En la zona se encuentran otras formaciones sedimentarias de edad cretácica y origen marino poco profundo como la formación La Luna, que aflora en sectores específicos del macizo de Santander (Ward et al., 1973, Clavijo y Royero, 2001). Los depósitos cuaternarios están ampliamente distribuidos al occidente del Macizo de Santander, rellenando los valles aluviales de los principales drenajes de esa región.